La penúltima actuación del ciclo “Los
Jueves Flamencos en las Tabernas de Montilla” nos conduce a la taberna “La
Montera”, una remozada taberna que sucede al pretérito “Ventorrillo de Ana”,
ubicado en “Los Cuatro Caminos” a la salida de Montilla en dirección a
Montalbán, que muy probablemente sirvió de punto de encuentro de los
trabajadores agrícolas y pastores antes y después de una larga y penosa jornada
de trabajo. Hoy, con nuevas galas, no pierde por ello su sabor tabernario y,
además del vino y la añoranza pretérita de algún fandango sentido, su
decoración recrea el mundo del toro, tan ligado como el vino al cante flamenco,
y su gastronomía es variada combinando la tradición con los nuevos sabores del “mar
y la tierra”.
Una parada para sentir en esta
exitosa iniciativa del Excmo. Ayuntamiento de Montilla, en la que colabora la
peña cultural flamenca “El Lucero”, que trata de rememorar el pasado del cante
flamenco en su antesala previa a la de las peñas flamencas. Un ambiente de
intimidad, de respetuoso silencio, de cantaores de la comarca, jóvenes y sin
ningún artificio que modifique la melodía de la voz o el sonido de la guitarra
son los ingredientes esenciales de esta experiencia sensorial.
Hoy vuelven a sonar los cantes
lucentinos a esta velada flamenca en la voz de Antonio Nieto, cantaor de voz
natural, muy flamenca, ideal para caminar por las variadas veredas del cante,
sobre todo por aquellas tan nuestras como son los cantes derivados del
fandango: fandangos personales y abandolados, malagueñas o granainas, como
podría ser esta que hizo para el vino Pedro Ximénez José Pedro Gil Román:
El vino duerme en silencio
En las bodegas calladas
El vino duerme en silencio
Despiértalo tabernero (bodeguero en
la versión original)
“Pa” que consuele mi alma
Bodeguita de Montilla
La que dentro el vino lleva
Bodeguita de Montilla
No me dejes nunca solo
Quédate siempre a mi vera
Para ampararme en mis penas
Antonio es un cantaor que gusta de entornos de buenos aficionados, por
eso lo podemos ver con frecuencia en las peñas flamencas o en ambientes tan
cercanos como este de las tabernas montillanas. Cantaor que también frecuenta
los concursos y obtiene el aval a su calidad cantaora: premio nacional de
Fandangos de Lucena en el 2008; primer premio por malagueñas en el Festival de
la Unión 2011; ganador del concurso de fandangos “Se busca talento” de Canal
Sur. Una trayectoria que nos va a permitir disfrutar de una velada flamenca cercana
y emotiva. A la guitarra nuestro Curro Cruz, un guitarrista fiel al cante, con
el que se comunica y que despierta con sus ajustadas y valientes falcetas.
La noche no defraudó ni en el contenido ni en la actuación de los
artistas. Fue variada de estilos, en los que no faltaron aquellos de corte más
gitano, como la soleá por bulerías, los tientos o las bulerías, bien resueltos
en lo que respecta al sabor y compás, como aquellos más cercanos a nuestra
sensibilidad: malagueñas, granainas y fandangos. No careció del remate fuera de
la actuación propiamente dicha, sino que el cante prosiguió en la intimidad del
improvisado espacio dedicado a vestuario con una tertulia de artistas y
aficionados.
¡Larga vida a esta iniciativa cultural!
LUIS NAVARRO
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