03 junio 2014

CRONICA DE LOS JUEVES FLAMENCOS EN LA TABERNA LA MONTERA

La penúltima actuación del ciclo “Los Jueves Flamencos en las Tabernas de Montilla” nos conduce a la taberna “La Montera”, una remozada taberna que sucede al pretérito “Ventorrillo de Ana”, ubicado en “Los Cuatro Caminos” a la salida de Montilla en dirección a Montalbán, que muy probablemente sirvió de punto de encuentro de los trabajadores agrícolas y pastores antes y después de una larga y penosa jornada de trabajo. Hoy, con nuevas galas, no pierde por ello su sabor tabernario y, además del vino y la añoranza pretérita de algún fandango sentido, su decoración recrea el mundo del toro, tan ligado como el vino al cante flamenco, y su gastronomía es variada combinando la tradición con los nuevos sabores del “mar y la tierra”.
Una parada para sentir en esta exitosa iniciativa del Excmo. Ayuntamiento de Montilla, en la que colabora la peña cultural flamenca “El Lucero”, que trata de rememorar el pasado del cante flamenco en su antesala previa a la de las peñas flamencas. Un ambiente de intimidad, de respetuoso silencio, de cantaores de la comarca, jóvenes y sin ningún artificio que modifique la melodía de la voz o el sonido de la guitarra son los ingredientes esenciales de esta experiencia sensorial.
Hoy vuelven a sonar los cantes lucentinos a esta velada flamenca en la voz de Antonio Nieto, cantaor de voz natural, muy flamenca, ideal para caminar por las variadas veredas del cante, sobre todo por aquellas tan nuestras como son los cantes derivados del fandango: fandangos personales y abandolados, malagueñas o granainas, como podría ser esta que hizo para el vino Pedro Ximénez José Pedro Gil Román:


El vino duerme en silencio
En las bodegas calladas
El vino duerme en silencio
Despiértalo tabernero (bodeguero en la versión original)
“Pa” que consuele mi alma
Que no deja de extrañarla

Bodeguita de Montilla
La que dentro el vino lleva
Bodeguita de Montilla
No me dejes nunca solo
Quédate siempre a mi vera
Para ampararme en mis penas

Antonio es un cantaor que gusta de entornos de buenos aficionados, por eso lo podemos ver con frecuencia en las peñas flamencas o en ambientes tan cercanos como este de las tabernas montillanas. Cantaor que también frecuenta los concursos y obtiene el aval a su calidad cantaora: premio nacional de Fandangos de Lucena en el 2008; primer premio por malagueñas en el Festival de la Unión 2011; ganador del concurso de fandangos “Se busca talento” de Canal Sur. Una trayectoria que nos va a permitir disfrutar de una velada flamenca cercana y emotiva. A la guitarra nuestro Curro Cruz, un guitarrista fiel al cante, con el que se comunica y que despierta con sus ajustadas y valientes falcetas.

La noche no defraudó ni en el contenido ni en la actuación de los artistas. Fue variada de estilos, en los que no faltaron aquellos de corte más gitano, como la soleá por bulerías, los tientos o las bulerías, bien resueltos en lo que respecta al sabor y compás, como aquellos más cercanos a nuestra sensibilidad: malagueñas, granainas y fandangos. No careció del remate fuera de la actuación propiamente dicha, sino que el cante prosiguió en la intimidad del improvisado espacio dedicado a vestuario con una tertulia de artistas y aficionados.

¡Larga vida a esta iniciativa cultural!


LUIS NAVARRO

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