HISTORIA




Antecedentes Historicos


-Preguntados los más viejos del lugar, el primer centro de reunión para flamencos que recuerdan lo fundó Manolo Ortiz en el estanco-taberna que había en la calle Santa Brígida, esquina con Romo. Allí se juntaba parte de la joven afición montillana de la época en torno a un adolescente casi, dotado de voz flamenca, campera, muy bonita, que apuntaba maneras y al que Ortiz –entre otros- estaba dispuesto a catapultar a la cima de nuestro Arte…En un rincón del local, un letrerito rezaba: “Niño Lucero”…Era a mediados de los felices veinte.


-Pasó el tiempo…

-Década de los cincuenta…Unos amigos, aficionadas inquietos, deciden reunirse en el bar “La Terraza”, establecimiento adosado al Teatro Garnelo, en la Plaza de la Rosa, que desde 1952 era regentado por Rafael Gómez Márquez “El Lucero”. Poco después, aquel grupo heterogéneo decide constituirse en peña. Se nombran cargos: Rafalito “El Lucero”, presidente; Prudencio Molina, secretario; Agustín Gómez, hijo de Rafael y estudiante, tesorero. Se fijan objetivos: cantar, aprender a escuchar, comentar los cantes, leer lo poquito que se conocía de la bibliografía flamenca de entonces –José Carlos de Luna, principalmente-…Las reuniones “oficiales” tenían lugar los domingos a mediodía y duraban, a veces, hasta la noche. Allí los peñistas: Manolo Priego, Solano y Pepe Mora, Julio Trenas padre, Julio Jiménez Trenas (poeta neopopulista de honda raíz montillano-popular), Paquillo Márquez (niño sabio y cantaor de gusto exquisito), José Salas “Pepurrio” (cantaor), Luis López Vela…Allí, de “mirón escuchador”, Manolo Ruiz Hidalgo, aunque en vacaciones la nómina de espectadores asiduos se incrementaba con Paco Fernández Luque y Paquito Muñoz Santiago (poeta), entre otros…El guitarrista oficial era Agustín Ortega Barranco “Patillas”, maestro, en mayor o menor medida, de todos los guitarristas montillanos posteriores (también de muchos comarcanos, algunos de cierto renombre)…

-La muerte “legal” de esta peña tuvo lugar en marzo de 1961, aunque la muerte “real” le había llegado antes, cuando la regularidad de las reuniones se perdió y los aficionados se dispersaron poco a poco…

-A lo largo de los años sesenta hubo varios intentos fallidos de creación o recreación de la peña cuya causa hay que buscarla en la indecisión de los promotores de la idea…


HISTORIA:

-A finales de la década de los sesenta hay un movimiento flamenco juvenil que conecta con la afición de generaciones anteriores. El resultado de la fusión que se produce es lo que hoy conocemos como PEÑA CULTURAL FLAMENCA “EL LUCERO”, DE MONTILLA. Ella ha canalizado, desde entonces, el quehacer flamenco de y en nuestra ciudad.

-Su primer local social estuvo ubicado en “Casa Berral”, denominación dada por las personas de cierta edad a lo que forasteros y jóvenes de la localidad llamaban “Hotel Luna” o “Fonda Comercio”. Allí, en un salón adecentado para el caso (antes fue cuadra para caballerías y luego sala de plancha), se realizaron las primeras reuniones de cante y se escucharon las primeras conferencias del ya importante flamencólogo y hombre de radio paisano Agustín Gómez. También tuvieron lugar las deliberaciones para determinar quiénes, de entre los asistentes, serían los socios fundadores y quiénes no merecían tal honor. Finalmente, los elegidos fueron: Jaime Luque, Antonio Naranjo, Luis Pérez, Rafael Navarro “El Santo”, Manolo Sánchez, Paco Hidalgo, Julio Jiménez, Rafael y Antonio Ortiz, Pepe González “Tarrito”, Luis López Vela, Antonio Ramírez Climent, José Mª Rodríguez, Jorge Molina, Manolo Galindo, Vito, Lorenzo Repiso, Manolo Luque, José Luis Castro, Miguel Mora, Miguel Alférez, Manolo García, Paquito Jiménez, Manolo Ruiz, Manolo de la Torre, José Delgado y Rafael Mesa. La primera junta directiva estuvo presidida por Jaime Luque “Jaime”, joven aficionado entonces, tocaor a compás y dominador de todos los estilos onubenses, alguno de los cuales cantaba a dúo con Luichi Pérez.

-De aquel primer local se pasó a otro en la taberna conocida como “Casa Palop”, local que cedió gratuitamente Juanito Portero, su dueño. Allí cuajó la Peña. Tras la aprobación de los estatutos, se procedió a la elección asamblearia de la junta –la primera oficialmente- que resultó constituida por: Luis López Vela como presidente; Jaime Luque, vicepresidente; Manuel Ruiz Hidalgo, secretario; Julio Jiménez Trenas, vicesecretario; Miguel Mora Berral, tesorero; Luis Pérez Pedraza, Rafael Ortiz Laguna y Manuel Sánchez Bujalance, vocales; Antonio Ortiz Laguna, relaciones públicas. Agustín Gómez Pérez y Juan Portero fueron nombrados socios colaboradores. Por esta sede pasaron las figuras más relevantes del momento, algunas de las cuales –Antonio Mairena, Fosforito, Menese, Lebrijano,…- dejaron su firma en las botas de detrás del tablao, las que hacían de fondo.

-Tras ocho años de mandato, sucede a López Vela otro socio fundador: Rafael Ortiz Laguna. A poco, hubo nuevo cambio de domicilio social –esta vez definitivo- a un local situado en el edificio “La Tercia”, en la Plaza de la Rosa. Ahí se encuentra actualmente y en sus paredes aún retumban los ecos jondos de la espuma del Flamenco.

-Otros ocho años y nuevo cambio de presidente. Es nombrado para el cargo Luis Pérez Pedraza, hombre con ideas al que las circunstancias no ayudaron mucho. Tras un año escaso de mandato, dimite.

-A la dimisión de Pérez Pedraza, toma las riendas de la Peña una comisión gestora hasta que Rafael Ortiz, de nuevo, se hace cargo de la presidencia, cargo en que le sustituyó Ruperto Herrador Márquez. durante la decada de los 2000 el Lucero fue regentada por un “montillano-turolense”: Francisco Campanario Portolés, “El Maño”. en el que se le hizo un homenaje en la Cata Flamenca del año 2021 tras su fallecimiento, en la actulidad, después del Maño y casi una decada al frente de la misma la regenta Salvador Córdoba Castro por el que ha apostado por rejuvenecer y apostar por nuevas generaciones en el Flamenco.

-¿Qué actividades ha montado nuestra Peña a lo largo de estos casi cuarenta años para conseguir los objetivos previstos en los estatutos?, se preguntará algún lector.

-El primer objetivo propuesto fue resucitar el cante en reuniones, promoviendo así nuevos valores.

-En su deseo de acercar el mundo del Flamenco al gran público, ideó la CATA FLAMENCA, festival paradigmático donde se hermanan vino y arte, no en vano estamos en la tierra donde se cría el más fino de los vinos. Por esta original muestra flamenca –una de las más antiguas de España- pasaron entre otros: Antonio Ruiz Soler “Antonio el Bailarín”, Antonio Mairena, Fosforito, Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar, Matilde Coral, Camarón, Enrique Morente, Mario Maya, Menese, Lebrijano, Cepero, Chocolate, Enrique el Cojo, Terremoto padre e hijo, Manuel y Juan Morao, Juan Habichuela, Enrique de Melchor, Manuela Carrasco, Farruco y Farruquito su hijo, Rafael el Negro, Curro Vélez, Joselero de Morón, Antonia la Perla de Cádiz, Rafael Romero, Juan Varea, Fernanda y Bernarda de Utrera, Curro Mairena, Serranito, José Mercé, La Perrata, Turronero, Curro Malena, Curro de Utrera, Juanito Villar, La Paquera de Jerez, Oscar Luis, Carmen Linares, Blanca del Rey, Naranjito, Calixto Sánchez, Tina Pavón, Arcángel, Diego Clavel, Manolo Ávila, Milagros Mengíbar, Tomatito, María Oliveros, Concha Calero, Merengue de Córdoba, Tomate, Manuel de Palma, Paco del Gastor, Cabrero, Pepa Montes, Postigo, Manolo Domínguez, Pedro Peña, Ricardo Miño, Antonio Suárez, Susi, Paco Antequera, Pele, Manolín Silverio, Paquito Serrana, Paco Peña, y un largo etcétera.

-Como curiosidades: Pilar López, maestra de grandes bailaores como Gades y Mario Maya, estuvo contratada para la XI Cata, la que siguió a la del genial “Antonio”, pero se puso “enferma”. Otra más: Melchor de Marchena venía a tocarle a Mairena en la II Cata, pero le llamó Caracol y nos dejó plantados. Hablando de Caracol y Mairena, se barajó traerlos juntos a la Cata pero el proyecto –se habían iniciado conversaciones- se vino abajo por la muerte de Manuel en accidente automovilístico…Se cuenta en ciertos cenáculos flamencos que Paco de Lucía acompañó por primera vez a Antonio Mairena en el festival de La Unión (Murcia), en 1973. ¡Falso! La primera vez fue el 21 de agosto de 1971, en Montilla, II Cata Flamenca, celebrada en el patio de las Bodegas Pérez Barquero, según testimonio gráfico que obra en poder de la Peña (hay un testimonio sonoro en poder de una peña catalana que iba siguiendo a Mairena y grabándolo allí donde fuera). También, por primera -y ¿única?- vez una organización –la Peña “El Lucero”- contrata juntos nada más y nada menos que a Paco de Lucía y Manolo Sanlúcar, además de Juan Carmona Habichuela. Ocurrió en la IV Cata. Después, Paco se dedicó a sus conciertos…¿Quién da más?

-En Montilla, al menos a lo largo del siglo XX, se han montado concursos de cante, bien para promocionar jóvenes valores, bien para reconocer valores ensolerados. Dejando aparte los celebrados en la primera mitad del pasado siglo –hay constancia de su celebración en cines y teatros- recordemos dos celebrados en la década de los sesenta: uno a principios -1962- en el que ganó uno de los premios un gitanillo delgaducho de once años, al que más tarde se conocería como Camarón de la Isla; otro a mediados -1966- en el que un joven mairenero y mairenista, Calixto Sánchez, obtuvo premio, premio que refrendaría más tarde en los concursos cordobeses y en la Bienal de Cante de Sevilla.

-¿Y la Peña? Pues nada, que también monto sus concursos. El primero fue a caballo entre 1972 y 1973, siendo el ganador Antonio Suárez, cantaor que triunfaría meses más tarde en el concurso televisivo “La Gran Ocasión”. El segundo, en 1974, fue ganado por un “niño prodigio” de entonces, Ángel Guerrero “Ángel de los Reyes”, apadrinado por Manolo Sanlúcar, con el que grabó un disco y del que nadie se acuerda hoy, y Luis de Córdoba. Como premio, actuaron en la V Cata. El tercero fue en 1981 y lo ganó Manolo Ávila, de Montefrío, eterno concursante en Córdoba, aficionado cabal al que se empezó a hacer justicia por aquellos años.

-Como colaboradora, participa nuestra entidad en la organización de eventos como los Concursos de Saetas de la Misericordia, Exaltación de la Saeta, Noche de Saetas, con la Hermandad de Nuestro Señor Santo Cristo de la Humildad y María Santísima de la Misericordia o con la Centuria Romana Munda.

-Con objeto de promocionar el Flamenco a nivel local, surgió la idea de crear un recital –Homenaje al Flamenco- en colaboración con el Excmo Ayuntamiento de Montilla. Cada año, el 27 de febrero, víspera del Día de Andalucía, el Flamenco se personifica en un artista al que se ofrece un homenaje. Esta idea puesta en práctica en 1985 con las hermanas de Utrera, Fernanda y Bernarda, continúa al día de hoy. Sin agotar la lista, han pasado por el Homenaje al Flamenco: Fernanda y Bernarda; Rafael Romero “Gallina”; Niña de la Puebla; Chato de la Isla; Curro de Utrera; Perro de Paterna; Fosforito; Agustín Gómez; Chano Lobato; Manolo Mairena; Naranjito de Triana; Lebrijano; Menese; Chocolate; Curro Malena; Pansequito; Aurora Vargas; Calixto Sánchez; Juan Carmona Habichuela; José de la Tomasa; Diego Clavel; Tina Pavón; …

-Los recitales, iniciados con la fundación de la Peña, toman auge a partir de 1974, cuando sustituyen a los concursos. Desde entonces acá se han celebrado cerca de doscientos, siendo memorables los de Fosforito, Terremoto con Morao, Lebrijano, Menese, María Vargas, Chaquetón, Luis de Córdoba, José Antonio Rodríguez, Chano, Carmen Linares, Chocolate, Cobitos, Ángel de Álora, Joselero, Miguel Vargas, Paco el Clavero, La Susi, Rancapino, Manolo Domínguez, Rafael Riqueni, El Poeta, Pepe Habichuela, Enrique de Melchor, Inmaculada Aguilar, Perico del Lunar hijo,…El monográfico de Paco Toronjo por Huelva fue de apoteosis. ¿Y la intervención de Pepe de la Matrona, al que acompañó Jaime, en julio de 1970? Hay que calificarla de histórica.

-La primera exposición en la que el Flamenco se relacionó con otras artes tuvo lugar en nuestra ciudad durante el verano de 1972. Fue organizada por la Peña y llevó el título de “El Flamenco en el Arte actual”. En ella, de la mano del pintor Antonio Povedano, participaron escultores, pintores, poetas, ceramistas, etc., de mil y un lugares.

-Y puestos a hablar de Arte, no podemos olvidar que los carteles de las diversas Catas son auténticas obras maestras debidas a pintores de la talla de un Rafael Rodríguez o un Antonio Povedano, a dibujantes como Antonio Martínez o “pintores de cámara” como Jaime. ¡Ahí quedan para la posteridad!

-Entre los conferenciantes, charlistas y flamencólogos con los que se ha relacionado la Peña, destacamos a José Blas Vega, Agustín Gómez, Fernando Quiñones, Alfredo Arrebola, Rafael Salinas, Collantes de Terán, Manuel Benítez Carrasco, Juan de Dios Ramírez Heredia, Manuel Ríos Ruiz, Arcadio Larrea, Manuel Curao, Miguel Espín, José Luis Ortiz Nuevo, Paco Vallecillo o José Manuel Caballero Bonald.

-En 1982, para el programa “Protagonista el vino”, se grabó en esta zona el capítulo dedicado a la denominación de origen “Montilla-Moriles”. TVE contó en todo momento con el apoyo desinteresado de esta Peña y sus aficionados. Recordemos que los cantaores que se veían en el susodicho capítulo –Ruperto, Antonio Albornoz,…- eran socios de la del Lucero. Una nota de agradecimiento en nuestro Libro de Oro es testigo fiel de lo dicho.

-Homenajes…Ha realizado sola o se ha sumado a los de: Rafael Gómez Márquez “El Lucero”, titular de la Peña, con motivo de la entrega que se le hizo del premio “Venancio Blanco”; José Cobos Jiménez, en Córdoba, con motivo de la presentación de su libro “Rueda de la amistad y el recuerdo” (este escritor montillano fue el autor del nombre de nuestro festival “Cata Flamenca”); Fosforito, en Córdoba; “Amigos del Cante”, programa de Agustín Gómez en la COPE; Luis de Córdoba; Juan Velasco, en Fernán Núñez; Fernanda y Bernarda; Paco de Lucía; Chano; Rafael Rodríguez;…

-A los peñistas y cantaores de relieve, se les despedía con una misa de difuntos. Las primeras se dedicaron a Paco Gracia y a Manolo Caracol. Más tarde se pensó cambiar la misa de difuntos normal por una misa flamenca. Así se hizo a la muerte de Antonio Mairena, siendo cantada por Curro de Utrera. En otra ocasión, la misa flamenca ha sido sustituida por una misa normal y un recital poético, como en el caso de nuestro admirado Julio Jiménez Trenas. El recital lo dio Manuel Benítez Carrasco, uno de los “maestros” del fallecido poeta montillano.

-Con miras a mantener la afición y promover nuevas “vocaciones”, se han autorizado clases de guitarra y baile en los locales de la Peña. El primero que enseñó guitarra, aunque de manera informal –justo es reconocerlo- , fue Jaime. Siguió la línea un discípulo suyo, Francisco Luque “Paquillo”, y más tarde, Curro, discípulo del anterior. El primer maestro de baile fue un joven cordobés llamado Antonio Carrillo. Más tarde ha habido profesoras de la talla de María Oliveros, Premio Nacional de Baile en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba.

-Para terminar, digamos que esta Peña:

-Posee una mediana biblioteca de temas flamencos que está a disposición de todos los socios.

-Estuvo y está suscrita a revistas flamencas o de otra índole pero que tocan temas flamencos de forma habitual: Candil, de Jaén; Sevilla Flamenca, de Sevilla; “El Olivo”, de Jaén; Peña Enrique Morente, Asturias; Nuestro Ambiente, Montilla;…

-Posee una discoteca que reúne lo más selecto de cuanto se ha editado en disco o cassette en los últimos cuarenta años, además de algunas grabaciones de la mayor parte de las actuaciones en directo de los artistas que han pasado por ella.

-DVDs de los recitales de los últimos ciclos flamencos, como “Vive el Flamenco I” o “Vive el Flamenco II”, vídeos de la colección Rito y Geografía del Cante, Rito y Geografía del Baile o Rito y Geografía del Toque (las colecciones “Rito…”, por gentileza de Paco Campanario “El Maño”, que las cede para su visualización cuando es necesario).

-Colección de fotografías de gran parte de las Catas y de algunas actuaciones en la Peña.

-Libro de Oro, o de firmas, donde se recogen autógrafos y dedicatorias de la mayor parte de los artistas que han pasado por aquí.

-También dispone de un equipo de megafonía propio y medios de grabación y reproducción.

-Hasta aquí esta crónica apresurada donde se relata, desordenadamente, algo de lo mucho acontecido en la Peña Cultural Flamenca “El Lucero”, de Montilla, mi Peña.



Manuel Ruiz Hidalgo








FOTOS DE LA PEÑA:





1 comentario:

  1. En referencia a los concursos del Teatro Garnelo de los años 60 a los que haceis alusión, habéis olvidado mencionar a un montillano, Antonio Morales, que ganó a finales de esa década. A veces nos quedamos con los éxitos de las grandes figuras y nos olvidamos de paisanos que también triunfaron en su momento aunque no tuvieran repercusión o trayectoria profesional, pero no menos importantes. Me encantaría que tuvierais en cuenta este comentario que recuerda a una persona que participó en la historia del flamenco de Montilla y asiduó a las reuniones de cante de la época. Un cordial saludo.

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